Es posible que haya llegado el momento en el que comenzar a afeitarte.
Para ello, necesitarás saber cómo afeitarse con cuchilla, la herramienta más clásica y que continúa siendo una de las opciones más recurrentes en el mundo entero.
En las próximas líneas te explicamos todo lo que tienes que saber para poder afeitarte con cuchilla sin sufrir ningún daño y asegurándote de que los resultados estarán a la altura de tus expectativas.
Paso 1. Asegúrate de tener una buena cuchilla
Esto es lo primero. Hay decenas de modelos en el mercado y, en ocasiones, no resulta fácil elegir. Si es la primera vez que vas a afeitarte, necesitarás una cuchilla que te aporte una especial protección.
También son recomendables las que tienen un sistema de apurado de precisión o las que introducen un mango ergonómico que reduzca la dificultad de uso.
Paso 2. Limpia la cuchilla
Si ya la has usado antes, tienes que asegurarte de que la cuchilla se encuentra limpia y a punto para utilizarla. Es posible que, si la has utilizado con anterioridad, se hayan quedado algunos pelos atascados en su espacio interior.
Resulta recomendable que la limpies cada vez que acabes de usarla, pero es posible que la última vez te olvidaras o que estuvieras muy liado para hacerlo. Por lo tanto, antes de nada, asegúrate de que la cuchilla está limpia.
En el caso de haber utilizado la cuchilla en otras ocasiones, podría ser que necesites un recambio. Como ya sabrás, el sistema para cambiar la cuchilla suele ser sencillo. La mayoría de maquinillas tienen un sistema de ajuste por clic que permite cambiar la cuchilla con la máxima inmediatez.
Paso 3. Prepara tu piel
Todavía no comiences con el afeitado, antes tienes que preparar tu piel. A medida que pasen los años irás aprendiendo lo importante que es preparar el rostro para el afeitado.
Antes de ponerte la crema, gel o espuma, es recomendable que te mojes la cara con agua templada. Lo que hará el agua en esta temperatura será despertar los nervios de tu cara para que el afeitado tenga más éxito.
Cuando te pongas la crema, gel o similar, asegúrate de cubrir toda la zona en la cual tienes barba. Es importante que te asegures de que vas a usar una crema que resulte conveniente para tu piel. Las mejores son las que nutren y acondicionan la piel.
Paso 4. Tensa la piel y comienza el afeitado
Además de tener una buena maquinilla y hacer un buen proceso de preparación, lo más importante para afeitarte es que tengas mucho cuidado.
Para ello, resulta recomendable que tenses la piel y que así evites que se puedan producir incidentes. Cuando tensas la piel, la cuchilla se puede deslizar a través de tu rostro y así no se encuentra con ningún obstáculo en el camino.
Ahora que ya tienes la cuchilla sobre la piel, debes ir pasándola por la cara con cuidado. Es imprescindible que hagas las pasadas de la cuchilla manteniendo un ángulo que se encuentre entre un mínimo de 30 grados y un máximo de 45º.
En esa posición, la acción de la cuchilla será infalible. Pero no tienes que confiarte. Por ello, sigue afeitándote con suavidad sin que sea necesario que hagas más presión. Lo que puede ocurrir con la presión es que termines haciéndote daño en la cara.
Paso 5. Haz cortes de precisión
Es cierto que el uso de la cuchilla requiere tener más cuidado que una maquinilla eléctrica, pero sus resultados también son más eficientes. Lo que tienes que hacer son cortes de precisión que ayuden a que el pelo se levante sin dejar ningún tipo de marca.
Además, ten muy en cuenta que la base fundamental es que todo el afeitado se tiene que realizar a favor de la dirección del pelo y nunca en contra. Por mucho que hayas leído lo contrario, no te dejes engañar: siempre a favor del pelo.
Paso 6. Sigue un orden adecuado
No puedes afeitarte a lo loco. Tienes que seguir un orden que resulte conveniente para tu piel. Así, lo más recomendable es que las zonas que primero afeites sean aquellas que resultan de una mayor sensibilidad.
Esto significa que tienes que comenzar afeitándote la parte de barba que hay situada debajo de la barbilla.
A partir de ese momento tendrás que ir subiendo desde abajo hasta la parte de arriba de la cara. Hazlo siempre con movimientos que estén equilibrados y que sigan un patrón de afeitado.
Paso 7. Cierra los poros con agua fría
Si ya te has acabado de afeitar, ahora será el momento de darle a tu piel el descanso que merece. Para enjuagar y que la cara quede limpia, tienes que utilizar agua fría.
Quita todos los restos de pelos que hayan quedado, así como el gel o la espuma que aun pueda haber en tu cara. El agua fría es necesaria para que los poros se abran y así evites problemas por la acumulación de suciedad en la piel.